La prueba del vestido de novia es fundamental. Encontrar el perfecto para cada chica es posible, y habrá que fijarse en el estilo, el corte que tenga y vuestro presupuesto, que se adapte a vuestra personalidad. Quizá vais con una idea pero os encontráis con algo totalmente distinto que os favorece al máximo. La clave está en ir con una mentalidad abierta y positiva para que los profesionales nos puedan asesorar. Vamos a ver algunos consejos para tener en cuenta durante la prueba del vestido de boda.
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- Si ya tienes los zapatos y / o complementos que vayas a llevar en tu boda, es conveniente que los incluyas en tu prueba del vestido. Así comprobarás exactamente la largura del mismo según el tacón que lleves. También sería bueno que llevaras el sujetador o ropa interior que tengas pensado para ese día, para que observes el efecto, si se ven o no los tirantes, cómo te sienta mejor el vestido, si necesitas corsé, etc.
- Al menos en un par de pruebas deberías asistir con el peinado (más o menos, no tiene que ser exacto) que llevarás el día de la boda, si ya lo tienes decidido. Si no es así, quizá puedes elegir el peinado según el vestido… Ambas cosas deben ir unidas y deberás decidir quién determinará a quién, si el peinado al vestido o al revés. Algunos escotes o estilos quedan mejor o peor con un determinado peinado. Míralo todo en su conjunto. Si no sabes el peinado exacto puedes llevarte una goma o pinza para ir probando con recogido o suelto según el vestido que toque, para que veas el efecto con cada uno de ellos. Acude maquillada. El efecto será mucho más real y bonito.
- Déjate acompañar por esas personas de confianza que sabes que te aconsejarán bien. Sólo tú puedes decidir quién quieres que vaya contigo. Una opinión externa seguro que te ayudará en la decisión.
- Realiza todos los movimientos posibles cuando lo lleves puesto. Recuerda que vas a moverte bastante el día de tu boda, vas a caminar, a bailar, sentarte, levantarte, abrazar, dar besos, reírte… Así que comprueba que estás cómoda y puedes moverte con soltura y libertad sin que el vestido pierda por eso su encanto. Debes encontrarte cómoda porque el día será largo, si te lo pruebas de pie, recta y estirada, sin moverte, no podrás saber cómo te encontrarás durante el enlace.
- Ten en cuenta posibles variaciones en tu peso, bien porque desees adelgazar o porque intuyas que los nervios que toca pasar te van a “regalar” algún kilito de más. Si es un vestido muy ajustado tendrás poco margen de cambio, sobre todo al final. Elije un diseño favorecedor para la forma de tu cuerpo, que resalte tus puntos fuertes y disimule aquello que te guste menos. Y hazlo, en la medida lo posible, en el mismo momento del día en el que será la boda, ya que el cuerpo cambia de la mañana hasta la noche.
- En la última prueba revisa todos los detalles. Que el bajo está perfecto, el escote, las costuras, que no se arruga en ningún lugar que no debe, que todo está como tú querías que estuviera.
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