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El día antes de la boda seguramente estarás de los nervios. Por eso existen ciertas cosas que debes hacer ese día y otras que no, las primeras para hacer que llegues al día del enlace en perfectas condiciones y las segundas, por lo mismo.
Lo primero que debes hacer es preparar con tiempo y cuidado todo lo que necesites para el día siguiente, que esté todo a mano y no falte nada: el vestido, las medias, ropa interior, la ropa que te pondrás durante el maquillaje, en definitiva, todo. Así cuando llegue el momento de vestirte lo tendrás todo localizado en el mismo sitio y será más cómodo.
Antes de la boda, bebe mucha agua y come fruta y verdura, algo ligero que no te siente pesado al estómago, y si puedes hacerlo, ese día no trabajes, no mires el correo, desconecta todo lo que puedas incluso de las redes sociales (hay gente que le relaja, si eres una de ellas entonces sigue tu rutina, pero si por el contrario te pueden llegar a agobiar, no mires nada y dedica ese día exclusivamente a ti).
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Dentro de esa dedicación, regálate un momento para ti, algo que te encante hacer sola, ver tu peli favorita en el sofá, leer un rato, un baño caliente y relajante, un paseo, una charla con tus amigas… Sobre todo intenta descansar lo mejor que puedas. Puedes ayudarte con una infusión que relaje tu cabeza y tu cuerpo y también es bueno que duermas en tu cama habitual porque si cambias de cama igual te resulta más difícil conciliar el sueño.
¿Y que es mejor que no hagas antes de la boda? Pues mejor no intentes aumentar tu moreno a última hora poniéndote al sol porque corres el riesgo de quemarte o llegar a la boda con la piel enrojecida… Tampoco es recomendable que te depiles las cejas o cambies el color de tu pelo, hazlo con antelación para evitar sorpresas de un color indeseado o una ceja irritada o mal depilada…
Además, los expertos recomiendan no tomar demasiado sodio la semana anterior a casarte, ya que contiene un 50% de su peso en agua por lo que retendrás líquidos y te verás hinchada.
