Elegir el vestido de novia es una de las cosas más importantes. Es ese momento especial en el que te enfrentas a un montón de alternativas y debes escoger aquella que más te gusta para ti. Hay quien dice que es el vestido quien elige a la novia pero, sea como fuere, es un trámite que hay que pasar sí o sí.
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¡Y hay que hacerlo bien! Por eso, a continuación te resumo 6 errores que tendrás que evitar cuando vayas a comprar tu vestido.
- Ir a comprar el vestido con tu madre, tu tía, tu prima la pequeña, tu hermano, tu mejor amiga, tu suegra y la vecina. Nada de séquitos. Es verdad que una opinión desde fuera siempre ayuda, pero no 20 opiniones. Te volverás loca. Lo mejor es que lleves a dos personas como mucho, incluso si una de ellas es un chico, mejor. Eso sí, la decisión siempre ha de estar basada en tus preferencias y gustos personales, evita la confusión que te pueden crear demasiadas opiniones y no te dejes influenciar. Los consejos siempre son bienvenidos pero la última palabra la tienes tú.
- Comprar el vestido porque a otra persona le parece que te queda muy bien. Como hemos dicho antes, las opiniones siempre son bien recibidas, pero no deben influenciar tu última decisión. La elección de quien te acompañe es muy importante; en cualquier caso, tu corazón te dirá si estás ante tu vestido de novia. TU vestido. Porque tal vez tu madre te diga que tal modelo te queda genial y es una maravilla, pero tú sientes esa pequeña cosa en la tripa que te dice “sí, pero no“. Te debe convencer al 100%.
- Comprar el vestido demasiado pronto. Hay parejas que anuncian su boda con muchísima antelación y empiezan a preparar su enlace muchos meses, a veces incluso más de un año, antes de que llegue. Y lo primero que hacen algunas novias es mirar el vestido. Aunque solo lo hagas “por ver a ver que hay” seguro que terminas probándote alguno y tal vez hasta encontrando el vestido de tus sueños. Pero si todavía no tienes clara la fecha, ni el lugar ni el estilo de la ceremonia es importante que esperes un poco para comprarlo.
- Comprar el vestido demasiado tarde. Los extremos nunca son buenos. Y así como comprarlo muy pronto es un error también lo es hacerlo demasiado tarde. Piensa que habrá varias pruebas, que te tendrán que hacer arreglos… Generalmente se recomienda entre unos cinco a ocho meses antes de la boda.
- Probarte demasiados vestidos. Vale que si no encuentras pronto el vestido ideal tendrás que probarte los que haga falta, pero comienza teniendo un poco claro, por poco que sea, el estilo que te apetece y cómo te gustaría que fuera. Que luego siempre estás a tiempo de cambiar de opinión, pero te ayudará a acotar la búsqueda. Y si das con ese vestido que te sienta como un guante y con el que te ves radiante, no te pruebes más “por si acaso”. Probarte demasiados te puede hacer perder el foco sobre lo que realmente quieres para tu boda.
- Probar un vestido que no puedes pagar. El vestido de novia es uno de los gastos más elevados del presupuesto de una boda. Siempre hay alternativas más económicas pero generalmente es una partida que se lleva bastante proporción. Sé realista y no te pruebes vestidos que sabes que no puedes, o no quieres, pagar. Porque quizá te quede de maravilla y te enamores, y después no des con otro que te guste tanto como aquel y te sientas frustrada.
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