Estamos acostumbrados a asistir o celebrar bodas en primavera-verano. Pero una boda en invierno tiene gran encanto y muchas posibilidades, por lo que se presenta como una opción muy apropiada para preparar tu enlace.
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Los complementos de la novia lucirán espectaculares en una boda en invierno. Puedes llevar una estola, un mantón o boleros que harán que tu vestido tenga un toque diferente muy especial.
También te puedes poner guantes que combinen con tu vestido, un elegante abrigo, una bufanda o incluso un gorro que te proporcionará un aire muy elegante y distinguido. Y no pasarás frío… Unas botas originales también pondrán una nota divertida a tu vestido y a tu boda en invierno.
En el menú puedes introducir platos calentitos que “entonen” a tus invitados, por ejemplo, una sopa, un puré, o incluso puedes colocar una fondue en el centro de las mesas. Conseguirás que tus invitados interactúen y además coman de maravilla…
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En cuanto a la decoración de la boda en invierno, puedes colocar alguna chimenea, velas y esculturas de hielo, luces típicamente navideñas (aunque no sea en Navidad siempre le darán un toque muy invernal, cálido y especial), etc., motivos en forma de copos de nieve, flores de temporada, piñas de pino, acebo, etc.
Las bodas en invierno son más económicas, podrás hacer tu viaje de novios en países que en esa época del año estarán menos masificados o incluir un destino invernal, y será más fácil que encuentres libre el sitio donde sueñas celebrar tu boda.