Tranquila. El aperitivo de bienvenida lo organiza, idea y prepara el lugar donde hagas el banquete o la empresa que se encargue de tu comida o cena nupcial. Pero vamos a repasar algunas ideas porque seguramente podáis proponer algo para que se incluya o podéis crear el menú de bienvenida en colaboración con los profesionales del sector.
[!adsenseamp!]
El aperitivo nupcial es ese pequeño cóctel (a veces enorme cóctel) que se sirve a los invitados antes de comer o cenar. Ya se ve en prácticamente todas las bodas, y se hace para amenizar con comida la espera mientras llegan los novios y se entra al restaurante. Si el tiempo lo permite suele ser al aire libre, incluye también bebidas y sirve para comentar lo visto hasta ahora, saludar a la gente que igual no has podido ver anteriormente, hacerse fotos y pasar un rato distendido entre todos. A mí personalmente es un momento que me gusta mucho.
Podemos hacer un aperitivo de bienvenida más o menos clásico, más o menos original o ir a lo seguro. Lo que siempre suele estar presente son los platos de jamón, generalmente con cortadores haciéndolo en directo, y diferentes canapés como por ejemplo hojaldres al horno con diferentes rellenos, canapés de distintas clases, fríos o calientes, vasitos de cristal con cremas o salsas, cucharadas individuales de pulpo, gambas o algún tipo de marisco, algún frito, degustación de quesos, embutidos, alguna delicatessen, etc.
La idea es que no sea demasiado copioso ya que después va a llegar la comida principal, aunque no seremos los primeros ni los últimos que, llegando demasiado hambrientos al aperitivo, nos llenamos mucho si hay mucha cantidad y variedad y tenemos poca hambre cuando nos sentamos a la mesa.
[!adsense!]
En cuanto a las bebidas, normalmente se van sacando copas de vino entre los invitados, y también se habilita una barra donde poder acudir para servirnos aquellos que más nos apetezca beber, habrá vino, cerveza, refrescos, agua, incluso champán.
En definitiva, se trata de hacer una recepción especial para que los invitados entren al restaurante sin ese gusanillo de hambre y habiendo disfrutado de un rato agradable y divertido entre todos. No pasarse con las cantidades o después no podrán seguir con lo que quede…